El ministro subrayó que "el Estado debe garantizar el trato igualitario de todas las personas ante la ley".
El ministro de Justicia, Germán Garavano, afirmó que “la corrupción sostiene la pobreza y debilita la democracia”, al tiempo que advirtió que “todo individuo que es sospechado de haber cometido un delito debe ser investigado y sancionado si se demuestra su culpabilidad”.
“Resulta imprescindible entender que la alta corrupción genera víctimas concretas, determinables, tanto individuales como colectivas. La población en su conjunto se ve perjudicada cuando se observa, por ejemplo, deterioro en la educación, en la salud, en los transportes públicos, en la seguridad ciudadana, en la lucha contra el narcotráfico”, sostuvo Garavano.
En una nota de opinión publicada por el diario Clarín, el ministro subrayó que “el Estado debe garantizar el trato igualitario de todas las personas ante la ley”.
“Todo individuo que es sospechado de haber cometido un delito debe ser investigado y sancionado si se demuestra su culpabilidad”, advirtió.
Garavano indicó que “Argentina no puede tolerar tratos privilegiados para quienes se encuentran imputados en actos de corrupción”.
“Toda persona debe ser juzgada en un plazo razonable, con el respeto de las debidas garantías. En ese sentido, sostener que la investigación judicial de los hechos de corrupción se transforma en una persecución política resulta, al menos, desafortunada”, aseguró.
Además, defendió “una política integral contra la corrupción” que, según sostuvo, implementa la gestión del presidente Mauricio Macri.
Planteó “el fortalecimiento de las instituciones para tener un país mejor para todos los argentinos” y reclamó “superar la corrupción endémica”.